Nuestra Señora de la Consolación, Madre de la Iglesia
Historia
Desde antaño, ya se veneraba a la Señora de la Consolación que existía en la Iglesia de Santiago Apóstol, hoy dia desaparecida. Esta talla era de las llamadas Vírgenes de Gloria y esta portaba un niño Jesús entre sus brazos.
La autoría de la antiquísima imagen se le debe al prestigioso escultor e imaginero don Torcuato Ruiz del Peral, quién la realizó a mediados del siglo XVIII, y siendo donada a esta Hermandad por un particular anónimo.
El nombre de la Virgen María, asociada por voluntad divina a las tareas redentoras, se asocia también al carácter Paráclito del hijo del hombre, apareciendo así como intercesora y mediadora ante Dios, tal y como queda reflejado en las Letanias lauretanas, 'Consolatrix Afflictorum'.
¿Por qué "Madre de la Iglesia"?
No podía ser de otra manera que, en el año 1964, dentro de las sesiones del Concilio Vaticano II, la Santísima Virgen es reconocida con el Titulo de "Madre de la Iglesia".
Imagen actual
El 4 de diciembre de 2004 se incorporaba a esta Hermandad la talla de Nuestra Señora de la Consolación, Madre de la Iglesia. Realizada por el escultor e imaginero accitano don Ángel Torcuato Asenjo Fenoy. Aunque desde antaño ya existía la advocación de Consolación, nada tiene que ver con la advocación de la actual talla mariana, pues este se debe en honor a una joven adolescente con este nombre, que fue llamada por el Señor a una temprana edad.
Imagen Dolorosa de candelero de tamaño natural realizada en madera de cedro real policromada. Talla de atemperada serenidad en equilibrio con una expresión angustiada, hacen de esta imagen de una belleza singular. Posee fracciones jóvenes, rostro de una dulce y aniñada expresividad por el que recorren cinco lágrimas por sus mejillas, y boca entreabierta que recrea fracciones como el entrecejo y nariz, las cuáles nos recuerdan a ciertos rasgos que Ruiz del Peral dotaba a sus imágenes.
Como detalle, en su mano derecha suele llevar un barco y unas llaves en miniatura. La tradición de llevar el barco procede desde que Rodrigo de Salinas donó uno a la patrona de Utrera, Nuestra Señora de la Consolación, en el año 1579, desde entonces los marinos se encomendarían a esta imagen antes de partir hacia América, y unas llaves haciendo referencia a la simbología de nuestra Hermandad y en honor a los acontecimientos acaecidos durante la Guerra de Independencia a principios del siglo XIX.
"Consuelo de los Afligidos" Ruega por nosotros.
"Madre de la Iglesia" Ruega por nosotros.